lunes, 25 de abril de 2011

Crecer



“Mientras más pasan Los Años me contradigo cuando Pienso.
El Tiempo no me mueve, Yo me muevo con el tiempo (…)
No tengo Todo calculado, ni Mi Vida resuelta.
Solo tengo una Sonrisa
Y espero Una de vuelta…” (Calle 13, “La vuelta al mundo”)

Crece la duda para apagar la verdad absoluta. Bienvenidas sean las contradicciones cuando todo parece estar claro. Justo allí comienza la lucha con la propia identidad: “me conozco, te conozco y nos conocemos, pero no completamente”. De las negaciones nacen las posturas que invitan a confrontar o afirmar los sentimientos más arraigados. También del conocimiento surgen las convicciones. Solo caminando y transitando distinto, llegan a concretarse las verdaderas transformaciones. Pueden aparecer tropiezos, pero el epílogo valdrá la pena. Al fin y al cabo, “ser feliz” se trata de eso, pura crisis, puras contradicciones que luego resultan revelaciones en/de/dentro del ser.

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