jueves, 14 de julio de 2011

Libertad

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes" (J.L.)

…Y descubrió que su corazón estaba en paz, que la calma reinaba en su interior, que luego de tanto caminar, tropezar, resistir y vivir, el mejor refugio era la soledad. Juntó sus retazos, se volvió más fuerte. Sintió esa sonrisa de satisfacción. Gozó de la libertad al abrir sus brazos y respirar el aire de un nuevo día lleno de otros aprendizajes. “El amor mueve al mundo”, le dijo una vez y ahora entendió el porqué. Pensó en cada uno de esos seres especiales que forjaron su identidad, en cada palabra que abrazó sus pensamientos. Las heridas se fueron cerrando y la vida comenzó a sentirse otra vez...

sábado, 18 de junio de 2011

Almas pequeñitas


"A esta hora exactamente, hay un niño en la calle... No debe andar la vida, recién nacida, a precio, la niñez arriesgada a una estrecha ganancia porque entonces las manos son inútiles fardos y el corazón, apenas, una mala palabra..." (Armando Tejada Gómez)


Cuando roban una billetera o un celular son los pibes chorros, los villeros, los menores de edad. Víctimas de un sistema perverso de consumo, de un mundo individualista e insensible. Son el vacío en todo sentido. De ellos nadie se hace cargo, nadie comprende sus problemas, nadie intenta resolver sus conflictos, sus penas y desdichas. Los encierran. Les privan de su libertad sin reflexionar sobre los orígenes y las consecuencias. Ojos cargados de lágrimas contenidas, cuerpitos frágiles que deambulan, manos extendidas por un mañana, sonrisas efímeras de un presente lastimoso. En ellos se observa un futuro incierto que siempre promete pero solo cumple con cárcel y encierro. Son niños y niñas, seres humanos con derechos y convenciones. Corazones inocentes que merecen una vida digna, rostros invisibles que piden un feliz porvenir.

martes, 26 de abril de 2011

Casitas y restos



“Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, (…) los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos (…) Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata” (Eduardo Galeano)

Nacen, se reproducen y mueren sin tener nada. Para ellos y ellas solo se trata de sobrevivir mientras las desigualdades amplían sus horizontes hacia tres generaciones sumergidas en la pobreza. Son “el resto”, el resultado de la inequidad en el acceso a los bienes materiales, sociales y simbólicos, las sobras de un modelo económico injusto, las migajas de un Estado simplista que los define como “un problema estructural”.
“Posadas, la ciudad capital más pobre de Argentina”, dicen los últimos títulos noticiosos basados en cifras oficiales. “El/la pobre” sigue siendo un número vacío. ¿Y las causas? ¿Estarán en la pésima distribución de la riqueza, en la falta de oportunidades, en el aumento de la corrupción, en la escasez de puestos laborales, en la deuda educativa? ¿Cuánto análisis se necesita para encontrar una solución?
El frío, el calor, las tormentas y los granizos se sienten con mayor intensidad en los asentamientos. Cuerpos curtidos de tristezas y reclamos. La rutina es otra. El juego es otro. En sus casitas se ven reflejas sus vidas: frágiles, precarias, desprotegidas e indefensas. Cuando se la mira, la realidad es innegable, y lo único que les queda a ellos/as es el hambre.


(Fotografía del asentamiento “Los Paraísos”. Mediados de 2010. Posadas Misiones)

lunes, 25 de abril de 2011

Crecer



“Mientras más pasan Los Años me contradigo cuando Pienso.
El Tiempo no me mueve, Yo me muevo con el tiempo (…)
No tengo Todo calculado, ni Mi Vida resuelta.
Solo tengo una Sonrisa
Y espero Una de vuelta…” (Calle 13, “La vuelta al mundo”)

Crece la duda para apagar la verdad absoluta. Bienvenidas sean las contradicciones cuando todo parece estar claro. Justo allí comienza la lucha con la propia identidad: “me conozco, te conozco y nos conocemos, pero no completamente”. De las negaciones nacen las posturas que invitan a confrontar o afirmar los sentimientos más arraigados. También del conocimiento surgen las convicciones. Solo caminando y transitando distinto, llegan a concretarse las verdaderas transformaciones. Pueden aparecer tropiezos, pero el epílogo valdrá la pena. Al fin y al cabo, “ser feliz” se trata de eso, pura crisis, puras contradicciones que luego resultan revelaciones en/de/dentro del ser.